El refugio, un espacio libre en el que se descubre una experiencia de habitar pasajera. Una oportunidad para experimentar la conexión del exterior con el interior, siendo el propio medio el que entra en este.
Se disponen tres pastillas para diferentes usuarios de tal forma que dialogan entre ellas, y con el entorno, generando así un espacio donde poder cohabitar.
Tomando como referencia La Trufa, un proyecto de Ensamble Estudio, se opta por un sistema constructivo de hormigón encofrado con paja en el interior y, en el exterior algunas caras con tierra y otras con ladrillo. Este último material permite obtener un volumen aparentemente rectilíneo y uniforme que actúa como una cáscara ocultando lo que realmente ocurre en el interior, la cueva.
Una serie de llenos y vacíos van delimitando y articulando las zonas, y esto, junto con la amabilidad que ofrece el ladrillo a la construcción, se consigue domesticar la irregularidad interior regida por el módulo y la textura de la paja.
Un refugio de conexión total con el entorno, en el que se introducen la luz, el fuego y el agua.
