lunes, 16 de mayo de 2022

tresP, presentando

Nosotras entendimos que un refugio es un espacio libre en el que se redescubre una experiencia de habitar pasajera. Lo vimos como una oportunidad para experimentar la conexión del exterior con el interior, dándonos cuenta de que realmente es el propio medio el que entra en este.

Es por ello por lo que, rigiéndonos al enunciado, optamos por los 3 emplazamientos que más lejos estaban de lo construido: Cazorla, Finisterre y Cabañeros. Estos nos daban la posibilidad de una conexión directa con la naturaleza.
 
Decidimos dividir la superficie máxima planteada de 240m2, en 4 partes iguales, estos 60m2 dieron lugar a una pieza tipo de 12x5m. Partiendo de este módulo, aspirábamos a crear 3 espacios para diferentes usuarios: una persona/pareja, dos parejas y una familia.
Teniendo en cuenta que la geometría del módulo inicial tenía que variar para resolver los programas planteados, la cuarta pieza restante nos dio la posibilidad de modificarla.

Queríamos disponer estas 3 pastillas de tal forma que pudiesen dialogar entre ellas generando así un espacio donde poder cohabitar.

Nuestro objetivo desde un primer momento fue distinguir el interior del exterior tomando como referencia la trufa, un proyecto de Ensamble Estudio. Este crea una cueva sin enterrar, es decir, a nivel de superficie encofrando el hormigón con pacas de paja en el interior y con tierra en el exterior. Este espacio interior tan potente se cerraba en sí mismo.
 
Rigiéndonos al módulo de 12x5, nuestro objetivo era crear un volumen exterior aparentemente rectilíneo y uniforme que actuara como una cáscara ocultando lo que realmente ocurre en el interior, la cueva.
 
Para responder al programa planteado por Hispalyt, nos vimos obligadas a incorporar un nuevo material en nuestro proyecto, el ladrillo. Este dotaría al refugio de la uniformidad exterior que buscábamos utilizándolo como encofrado en algunas caras del volumen. Además, gracias a su amabilidad en la construcción, nos permite domesticar un interior irregular regido por el módulo y la textura de la paja.
 
Sumergiéndonos ahora en los espacios interiores.
Empezamos proyectando lo más parecido a un cuarto de baño. Es una estancia que buscamos aislar de todo el conjunto, conectarlo con el exterior. Recorrerlo de tal forma que sea una experiencia llegar hasta él.
Hacer esto suponía romper la rigidez visual del conjunto, entonces planteamos la siguiente solución. Generando un patio interior, que recoge y da acceso al baño, nos permitía desvincular la estancia del resto y mantener la fachada continua. Esta intervención se manifiesta en la cubierta por medio de una apertura en L que permite una conexión directa de luz, agua y naturaleza. Esta luz entra de manera cenital y se tamiza a través de un panel de plástico ondulado dispuesto en el perímetro del baño. El espacio es amplio, la bañera se hunde en el terreno, como si de una terma romana se tratase.

El resto del espacio interior viene determinado por una serie de llenos y vacíos que van delimitando y articulando las zonas. Planteamos dos accesos al refugio y conectándolos se genera un pasillo que desplaza estas zonas a un segundo plano con respecto a la fachada sur. De esta manera la luz no baña las estancias de forma directa a través de las dos rasgaduras dispuestas. Mediante un shoji, recogemos un lugar destinado al descanso privatizado que se desplaza a la penumbra.

El siguiente aspecto que hemos tenido en cuenta es el fuego. Lo tratamos como un elemento fundamental que acoge a quienes habitan y excavamos 1 metro de profundidad con la finalidad de abrazar este ambiente.

Teniendo en cuenta que respondemos a 3 diferentes situaciones, la chimenea se dispone de manera diferente para dar solución a los programas. Mientras que en la pieza para la pareja y la familia se apoya generando la zona de reunión, en la de dos parejas se sitúa en el centro articulando sus respectivas zonas de uso más privado.
 
Prolongamos el espacio interior del refugio con el exterior mediante distintas soluciones: Un patio parcialmente cubierto que se genera al retranquear la fachada sur y un gran hueco que posibilita la contemplación del paisaje desde un banco que sale hacia fuera.

Las piezas han sido proyectadas teniendo en cuenta el norte y como la luz incide en el interior del volumen. Se disponen fachadas ciegas de ladrillo cara vista en aquellas que se alejan del sol. A la hora de distribuir las piezas estos factores, junto con la disposición de los accesos al interior, nos guiaron al resultado final. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario